sábado, 23 de noviembre de 2013

La UPNA dice SI al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra

La creación del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IISN) fue noticia de interés público y elemento de debate político en la primavera de 2011, y vuelve a serlo ahora más de dos años después. En aquel momento, porque la Universidad Pública de Navarra había sido, literalmente, ignorada en su creación y ahora porque no ha aceptado las condiciones con las que se le invita a formar parte del Instituto.

La UPNA ha hecho pública su decisión, tomada unánimemente por el más alto órgano de gobierno en el que está representada toda la comunidad universitaria, y, lo que es más importante , ha dejado claras las razones por las que la ha tomado, razones en las que pretendo abundar a continuación.

Cuando en 2011 la UPNA tuvo conocimiento del proyecto de creación de este Instituto consideró que no solo era conveniente que Navarra tuviera un organismo público de estas características, sino también necesario para el futuro a medio y largo plazo de la investigación sanitaria en nuestra Comunidad. En nuestro caso, se trataba de un interés genuino, porque aunque la existencia del IISN (en esencia un Instituto reconocido y acreditado por un organismo nacional) no es condición necesaria para el desarrollo de la investigación sanitaria en Navarra, su creación nos parecía de gran interés tanto para la Universidad Pública de Navarra y sus investigadores como para los investigadores del sistema sanitario público.

Nos parece interesante porque no podemos ocultar que la Investigación en temas de salud en Navarra, la pública me refiero, perdió el tren hace muchos años. Prueba fehaciente de la debilidad de la investigación pública en salud es el hecho de que, teniendo en cuenta los requisitos que la normativa exige para la creación de un IIS, sería imposible en la actualidad en la Comunidad Foral de Navarra constituir tal instituto sin el concurso de la sanidad privada. Pero el IIS, aunque sea en sí un elemento valioso para la investigación, no se puede ver como la panacea para que el sector público vuelva a engancharse a ese tren.

Y es que también creemos, y así lo hemos defendido, que resultaría ingenuo pensar que una investigación sanitaria pública residual, al lado de una privada con mucha más fuerza, vaya a crecer en un instituto en el que al socio privado se le otorgan prerrogativas que ninguno de los otros socios públicos, UPNA y Gobierno de Navarra tendrían.

Me refiero, y esto es lo que la UPNA ha defendido en todo este tiempo,  al derecho de veto implícito que subyace en la composición y formas de votación del Patronato en cuestiones tan relevantes como modificaciones estatutarias, elección del director científico, o determinación de líneas de investigación, por ejemplo. Este es el meollo de la cuestión: más allá del juego de cifras que a veces se manejan descontextualizadas (patronato 50% público, 50% privado, 2/3 de mayoría cualificada para las decisiones importantes), lo importante desde nuestro punto de vista es que un Instituto de Investigación Sanitaria que aglutine toda la investigación de Navarra en este ámbito y que maneje, no nos engañemos, financiación mayoritariamente pública, no debe dar semejante capacidad de decisión estratégica a una entidad privada.

Ello no significa que una entidad privada sin ánimo de lucro, cualquiera que sea, y que pertenezca a un instituto de estas características no pueda obtener recursos económicos y apoyo de todo tipo si sus proyectos tienen el nivel científico exigido y se enmarcan en las líneas y objetivos estratégicos determinados por el centro. Pero precisamente la clave radica en la distinción de estas dos cuestiones. Las líneas estratégicas deben definirse fundamentalmente en el ámbito de lo público, teniendo en cuenta por supuesto a otros actores. ¿Cómo si no se han elaborado el Plan Estratégico de Salud o los Planes Tecnológicos de Navarra?. Respecto del nivel científico, todos los investigadores tenemos asumido e interiorizado que competimos con otros para conseguir fondos. Eso sería así dentro del instituto, pero está claro que no todos parten en las mismas condiciones ni por tanto tienen las mismas posibilidades.

Llegados a este punto, habrán podido comprobar que aún no me he referido a la investigación o los investigadores de la UPNA. Y es que, y eso queda patente en el Acuerdo de Consejo de Gobierno, nuestro planteamiento no ha sido nunca qué ganaría o perdería nuestra institución aceptando estar en el IIS en estas condiciones, ni si nuestro peso en él ha de ser mayor del que se nos otorga.

En la UPNA somos plenamente conscientes de nuestro peso relativo en la investigación sanitaria.  Es cierto que somos ambiciosos de cara al futuro, como no podía ser de otro modo, y seguimos trabajando en situarnos en el ámbito de la investigación sanitaria en el nivel de excelencia en el que ya nos hemos situado en otros ámbitos científicos en nuestros 25 años de vida.  Por ello la UPNA a pesar de no contar, de momento, con una Facultad de Medicina ha hecho una apuesta clara por la investigación en salud y seguirá por tanto buscando las colaboraciones y financiación necesarias para mejorar los magníficos resultados conseguidos.
Nuestra postura es clara. Como también parece claro el apoyo mayoritario de los investigadores del SNS a la propuesta del Departamento de Salud. La postura es muy comprensible desde la óptica de quien ve en el IIS una oportunidad de salir de una situación en la que su investigación se desarrolla con grandes dificultades. Habría que preguntar a todos los sanitarios que ahora no pueden investigar pero aspiran a hacerlo si se sentirán cómodos en un IIS como el que se les ofrece.

Dicho todo lo anterior, hemos de valorar muy positivamente el esfuerzo realizado por el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra intentando conseguir un acuerdo entre todas las partes, aunque seguimos sin entender la razón última de por qué la dirección estratégica de un organismo público tiene que depender del veto de una entidad privada.  No nos queda duda, y así se nos ha hecho saber, de que su deseo es que formemos parte del futuro IIS. Y se nos pide que reconsideremos nuestra postura, y eso es lo que ya hemos hecho con un segundo Consejo de Gobierno para tratar monográficamente este asunto. 


Y hemos dicho, rotundamente, que sí queremos estar en el IIS, pero no en estas condiciones. La solicitud de reconsiderar debe apuntar ahora en otras direcciones de las que, por cierto, todavía no conocemos su posición ni sus razones. El Departamento de Salud debiera explicar por qué renuncia a ese liderazgo público, y la Universidad de Navarra qué le impediría aceptarlo.