Perfil Personal

Mi gran pasión es la montaña, vivida no como un deporte sino como una forma de entender la vida. En ella se ponen en juego todos aquellos valores que para mí son los fundamentales. El primero, la amistad, que permite abordar retos difíciles y disfrutarlos, sentirse seguro y a la vez ser osado e inconsciente, dar lo mejor de uno mismo y recibir de los demás. Después, la necesidad de marcar objetivos, cada vez más ambiciosos, pero siempre ajustados a las limitaciones personales y del equipo. Objetivos que casi siempre requieren de esfuerzo, y a veces de sufrimiento, menor cuando se comparte, y que un montañero siempre ve compensados al regresar. También, la montaña invita a tener sueños, y enseña que el esfuerzo, la perseverancia y la paciencia consiguen que muchos se cumplan.

Disfruto con la música, para la que desgraciadamente no estoy dotado, pero aprecio en ella la más grande creación del ser humano… solo superada por algunas teorías de la Física. Creo en su poder para sanar la mente y el espíritu, y para hacer mejores a las personas.

Mi trabajo me ha permitido el privilegio de conocer muchos lugares diferentes y personas extraordinarias que me han acogido. Eso me ha enseñado que la comodidad y seguridad que da lo conocido limita la visión a las personas y reduce su potencial… aunque también es verdad que evita el sufrimiento de las despedidas.